Estoy reservando Praga
para descubrirla juntos.
Quiero que nos estrenemos allí,
como obras de Mozart.
Subirnos a sus tranvías,
merendar en el café Louvre entre hojas
de poemas y té,
perdernos en el callejón de Kafka,
viajar a Viena o a Marienbad
para curar el acartonamiento
de nuestros pulmones,
y lanzarnos a las aguas del Moldava
desde sus puentes de piedras negras
testigos de la muerte por amor.
Metamorfosearemos Praga
en una mariposa libre de pasado.
No vayas a Praga aún,
espérame.
© Anabel
Precioso! Me encanta este verso final.
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La verdad… si yo hubiese tenido que esperar a que viniese conmigo, nunca hubiese salido de aquí. Así que decidí dejar de esperar y ver todas esas maravillas sola. Se lo perdió. Besos.http://senderosintrincados.blogspot.com
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Siempre quedarán hermosas ciudades por descubrir y sin es con buena compañía, mejor.
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!qué te espere!, si eso te hace feliz… !a Praga contigo!Besote
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La he esperado, muchos años.Y ella a mí.Así que nos vamos a Praga el lunes que viene, a descubrirla juntos.
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Sabía que algun día dirias esto, asi que deje en una piedra floja del puente San Carlos escondido un poema para ti… Yo siempre estoy en Praga. Ven con él o ven sola, igual la amaremos juntosbesos Druida.
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….muy bonita. Y Praga, si es con buena compañía, mejor que mejor.Un beso.
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Exquisito deseo, Cuentista!Me encantó lo simple y transparente de esta pequeña poesía. Es adorable.Un beso
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Mi niña Cuentista!!! Sí, qué puntería, jajajajaja… Mañana Anabel… Mañana… Y el lunes la descubriremos juntos…Un beso inmenso :))))
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El frío de Praga si es en compañía mucho mejor. Pero vaya y retorne por favor… y siga haciéndonos viajar. Besos
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Ahora sí, ahora sí podría decir \»No vayas a Praga aún\»… Espérame… Ojalá pueda poco a poco sacar de mi el Moldava y mostrar sus aguas tras pasarme por dentro… Y ese puente Cuentista, recorrido mil veces sin cansancio… Qué difícil despedirse…A ti te reservo una noche sobre el río, entre piedras negras y hermosas, globos chinos e incendiados, rojos, recorriendo el cielo, la nieve brillante y amarilla por la tenue luz y las melodías de un violinista cualquiera que con la eterna música de Mozart me hicieron llorar de alegría.Momentos que guardar para siempre.Millones de besos Cuentista, ya aterrizamos… Cargados de visiones imborrables.:))
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Hola Cuentista: ya estoy de vuelta (me encanta tu comentario; la frase \»te vendes muy caro\» me la suelta mi pobre madre cada vez que me paso por su casa una vez cada tres meses; quiero visitarla más…y a tí también).Cada vez me gustan más y más tus poemas. Están llenos de imágenes, de sugerencias, de romanticismo bien entendido…Un besazo
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