El padre Leocadio se encarga de infundir valores a un grupo de adolescentes en el seminario. ¿Habrán hecho mella las enseñanzas del padre en los alumnos? Cada uno de ellos es una semilla que florecerá de manera diferente, a pesar de haber pasado por las manos del mismo profesor.
En los relatos de Seminario, indagaremos en la vida de dieciséis estudiantes, dieciséis líneas tangentes que solo coincidieron en la época de alumnos en el seminario. Experiencias vitales que retratan perfectamente a un personaje o que describen el porqué de algunas decisiones, decisiones que determinan caracteres y que apuntan hacia los sueños o hacia las derrotas. No pasaremos por alto al padre Leocadio, del que se supondría que su trayectoria pudiera estar absolutamente decidida. Sin embargo, los caminos del Señor son inescrutables.
Cuántas expectativas se pueden acumular al publicar un libro. Mi realismo, hay quien opina que es más pesimismo, tamiza con un filtro gris los acontecimientos felices. No digo que no sea capaz de sentirme contenta o, incluso, entusiasmada, pero sentirme feliz en estos tiempos de pandemia ni me apetece ni se me antoja lo más ético. (Y obviaré lo que opino sobre el estado de felicidad y la lucha por su consecución). No por mi actitud estoica la vida dejará de ser injusta ni cruel, pero es mi acervo judeocristiano, o adivina qué, lo que me da un toque en el ego y me dice: “Anda, aterriza que no es pa’tanto.” Así que mi toma de tierra me proporciona una perspectiva objetiva, me gusta creer, y práctica respecto a las esperanzas de ciertos logros. Estoy contenta, sí, mucho. Estoy satisfecha, sí, bastante. Pero lo que más me colma de la publicación de cualquiera de mis libros es que voy a poder contar historias, voy a poder compartir mis devaneos mentales y los lectores, tal vez, disfruten de mis relatos e, incluso, perciban que algo se les despierta o se remueve en sus entrañas y recuerdos. Y esta expectativa es la que más me gusta y la que más ansío lograr.
Anabel Consejo by @lisalladosphotographer
Os dejo la entrevista que @anaseguraanaya me hizo para el programa de radio La Torre de Babel (30/07/2020) donde hablamos de Seminario.
«Anabel ha logrado un libro redondo, con una estructura de la que se sirve para acompañarnos de los mejores relatos pero que inicia y concluye como una novela. Tiene lo bueno de ambos formatos, la historia subyacente del padre Leocadio que de alguna manera planea por cada uno de los relatos y los compendia, y las historias particulares de unos seminaristas ya adultos con lo que les ha deparado la vida. Consejo se marca unos relatos que tienen todos los elementos que hacen a la buena cuentista, concreción, elementos visuales inolvidables —canicas, saco de gatos en la tripa, muñones, cigarrillos— que sólo nombrarlos te evocan la historia, y unos personajes reconocibles, que se van contigo. Juega también con los distintos tonos y estilos en un ejercicio de narrativa que integra perfectamente relatos al estilo negro de Dashiel Hammett, la narrativa castellana rural al estilo Delibes, con otros de tintes humorísticos, una paleta de colores bien ensamblada, un placer para los sentidos que lo hace un libro ideal para el verano, para cuando el cuerpo te pide algo bueno, ligero, divertido y variado.
¡Y el título! tan bien logrado, que compendia el tema y el argumento, el Seminario dónde coinciden todos los adolescentes que contienen ya todo lo seminal que se desarrollará en la vida adulta.»
Núria Pujol
Por si os apetece leerlo y contarme luego si he cumplido mis expectativas, aquí lo podéis adquirir:
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