Para escuchar el poema en la voz de Tomás Galindo
Salvarnos de la zozobra,
pero, sobre todo, de nosotros mismos,
es el propósito de la Existencia.
Sin embargo,
apenas nos mantenemos a flote
en un mar de egos y arrogancia,
mientras nos enamoramos
de pompas de jabón y fuegos artificiales,
tan insulsos, tan nimios
como la vida que creemos vivir
o que simplemente soñamos.
No escuchamos a la madre Brújula,
la que nos revela los auténticos Horizontes,
y nos aferramos
a nuestra férrea voluntad
como náufragos oxidados que,
ignorantes de las leyes del (A)mar,
no soportan
ni el lastre de la esperanza
ni el anclaje del destino.
El fondo del Océano
se va tapizando de esforzados esqueletos
que nunca más se exhibirán
ni conocerán la dicha
de haber fructificado la tierra firme
con las semillas de la calma
y los genes del fervor.
© Anabel
Me ha encantando y totalmente de acuerdo contigo. Cuándo escucharemos a nuestra y personal brújula???Cada día mejor, guapa!!!Un abrazo muy cálido.Araceli
Me gustaMe gusta
Soberbio
Me gustaMe gusta