Musa con derecho a roce

Mi punto masculino
y el tuyo femenino,
intercambio de azules y verdes,
colores con sabores letrados
que sólo nosotros apreciamos.
Yo hilvano voces,
tú deshilas mis bragas.
Quieres colocar nuestras frases
a la altura de los labios,
que sean las propias palabras
las que nos describan.
Sabes que mis letras toman mi cuerpo,
me roban las intenciones
y se escapan, entre transparencias,
para encontrarse con tu deseo
en un baño del Paseo de Gracia.
Repto poemas para recorrerte
y me explicas el secreto de los gemidos:
condensación de suspiros.
Suspiro en azul.
Me susurras en verde:
eres lo que escribes
mientras quieres lo que sueñas.
Mi frío y yo nos vamos a la cama
nuestro arcoíris bicolor
convertirá el resto de la noche
en nuestra madriguera.
 
© Anabel

4 comentarios sobre “Musa con derecho a roce

  1. Antes he dejado un comentario. Antes es, hace nada, menos que nada, en fin, pero que el ciberespacio se lo ha tragado y aquí no aparece. Te felicitaba por el poema. Es magnífico. Añadía algo sobre tus intenciones y demás que ahora no soy capaz de reproducir aquí. Es un placer recorrer cada palabra tuya. Te dejo un abrazo, en consonante.Mario

    Me gusta

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.