No hacen falta mentiras

No acepto cheques al portador,
ni promesas firmadas en el viento.
Aquí sólo valen las salivas instantáneas,
los besos polaroid,
los excesos breves
y la urgencia en el sexo.
No pierdas el tiempo en contarme
en qué pierdes tus días,
sólo me interesan las historias que puedo contar
y ésta no la voy a escribir.
No me susurres que me vas a enseñar el camino,
ni que me vas a hacer la mujer más feliz del mundo,
el cupo de mentiras lo tengo lleno,
las decepciones me desbordan,
y mi brújula se quedó varada
en la orilla opuesta al compromiso.
Sólo te exijo un momento de entrega absoluta,
luego,
sin prisa, pero sin pausa,
recoges tu ropa y opiniones.
Traspasar la puerta será la esfinge
que te hará olvidar
para quedarte tan sólo con el regusto
de una dominical sonrisa.

© Anabel



6 comentarios sobre “No hacen falta mentiras

  1. Mil años y cien otoños para volver a tu casa (mi casa), adorada Cuentista… Y con \»El Maestro\»… (sonrisa)… qué te voy a contar que no sepas (de tanto, de todo)…\»Peor para el sol\»…P.D.: Quizás hay luz incluso en las noches sin luna… sorpresas hasta para los más maleados corazones.Te adoran… tu sirena y sus raspas.

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