Mi punto masculino
y el tuyo femenino,
intercambio de azules y verdes,
colores con sabores letrados
que sólo nosotros apreciamos.
Yo hilvano voces,
tú deshilas mis bragas.
Quieres colocar nuestras frases
a la altura de los labios,
que sean las propias palabras
las que nos describan.
Sabes que mis letras toman mi cuerpo,
me roban las intenciones
y se escapan, entre transparencias,
para encontrarse con tu deseo
en un baño del Paseo de Gracia.
Repto poemas para recorrerte
y me explicas el secreto de los gemidos:
condensación de suspiros.
Suspiro en azul.
Me susurras en verde:
eres lo que escribes
mientras quieres lo que sueñas.
Mi frío y yo nos vamos a la cama
nuestro arcoíris bicolor
convertirá el resto de la noche
en nuestra madriguera.
© Anabel
uffff…qué calor!! me encantó leerte niña!!Un beso lleno de color!!
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Antes he dejado un comentario. Antes es, hace nada, menos que nada, en fin, pero que el ciberespacio se lo ha tragado y aquí no aparece. Te felicitaba por el poema. Es magnífico. Añadía algo sobre tus intenciones y demás que ahora no soy capaz de reproducir aquí. Es un placer recorrer cada palabra tuya. Te dejo un abrazo, en consonante.Mario
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Me encanta, Anabel!¿Para cuando un libro?Un abrazo.
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nunca sus palabras ni sus musas me citaron de esa forma tan bien hilvanada¡cuánto deseo concentrado en tan poca tinta!
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