Exorcizar Londres
de tu regusto en sus aceras
es el objetivo de mi regreso.
¿Cuántos días sin noches cabían en aquellas semanas?
¿Cuántas resacas sin alcohol?
¿Cuántas ojeras rendidas a la desgana?
Nunca fue mejor el tiempo perdido.
Saber que no podrá ser peor
me tranquiliza como la lluvia
de una noche de viernes en Picadilly Circus.
© Anabel
Sugerente…Besos.
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Más que eso! La fotografía impactaBesos
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Creo que la fotografía es de esas que se pueden leer, y que el texto es uno de esos que se puede admirar. Has dotado de paisaje sugerente a tus letras y has convertido en verbo ese balanceo. Como siempre, mi admiración. Un abrazo. Mario
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Si no me equivoco, la estupenda fotografía es de Peter Van Stralen. Toda mi admiración y agradecimiento.Y a vosotros… mil gracias.Anabel
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La inmensa fotografía que ilustra el poema te atrapa…Posteriormente el poema te apresa.FranCo
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Allí nos vemos, ¡por fin! Con tu permiso, me llevo el cartel a mi blog. Un beso.
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Londres se presta para mucho, incluso para llover bajo los árboles de Hyde Park
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Y es que va bien desandar y hacerse dueña de los propios pasos.Besicos muchos
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Un balance, és un balance. No se necesita más.unpetonet,b.
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